A finales de enero y comienzos del brote del nuevo coronavirus 2019-n-Cov 6.000 pasajeros del crucero Costa Smeralda, sufrieron horas de angustia por un posible caso de coronavirus a bordo. EL buque había partido del puerto de Palma y llegó a desembarcar al puerto de Civitavecchia de Roma.
El Costa Smeralda, de la compañía Costa Cruceros, zarpó de Barcelona e hizo escala en Palma, para finalmente llegar al puerto de Civitavecchia. Sin embargo, debido a la cantidad de casos que se habían diagnosticado hasta el momento y a la severidad de la enfermedad COVID-19, propagada a gran velocidad, se retuvo a los pasajeros y a la tripulación.
No se les permitió desembarcar, pues uno de los pasajeros presentaba síntomas muy similares a los publicados por los especialistas sanitarios. Se trataba de una mujer originaria de Macao (China). Y posiblemente ella y su esposo pudieran estar infectados con el coronavirus que surgió en Wuhan, China, unas semanas antes del suceso.
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Medidas tomadas por las autoridades del Costa Smeralda
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La línea de cruceros Costa Crociere, perteneciente a la empresa de trasatlánticos Carnival, para tranquilidad de las autoridades confirmó que la mujer, de 54 años, fue «colocada en confinamiento solitario en el hospital de a bordo con su compañero de viaje».
Asimismo, expresan desde Costa Cruceros que «nuestra máxima prioridad es garantizar la salud y seguridad de los pasajeros y la tripulación» y que las indicaciones de las autoridades sanitarias, serán aplicadas de acuerdo a sus indicaciones y en forma estricta. Están completamente dispuestos a aceptar cualquier medida que se tome respecto al caso.
La naviera recalca que en el Costa Smeralda, se están aplicando las políticas nacionales indicadas y pertinentes al caso. Siguiendo las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Por otra parte, el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, se pronunció ante el caso y expresó que el gobierno «no está preocupado, sino alerta y cauteloso».
En este sentido, expresaron desde Costa Smeralda en un comunicado, «tan pronto como se detectó el caso, el equipo médico a bordo activó los procedimientos para aislar y gestionar este caso». Asimismo, se notificó inmediatamente a las autoridades sanitarias las cuales tomaron las medidas pertinentes.
Así, siguiendo las indicaciones, en el puerto de Civitavecchia, ciudad costera ubicada al noroeste de Roma, subió a bordo un equipo del hospital Spallanzani de Roma, integrado por tres doctores y una enfermera para atender a la mujer procedente de Macao.
Tanto la mujer de 54 años como su esposo, el cual no presentaba ningún síntoma, fueron aislados para practicarle los análisis requeridos para descartar la presencia del coronavirus. La pareja embarcó en el puerto de Savona, en Génova. Habían llegado en un vuelo a Milán el 25 de enero.
Se le realizaron las pruebas necesarias y se remitieron al hospital Spallanzani, donde se analizaron eficazmente. Para obtener los resultados definitivos fue necesario esperar unas cuantas horas. Mientras tanto los pasajeros del Costa Cruceros sufrieron horas de angustia y desasosiego en espera. Afortunadamente, los resultados dieron negativo para el coronavirus.
Otros 750 pasajeros más son procedentes de China, pero su estado de salud era normal, no presentaban síntomas relacionados con el COVID-19
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Costa Cruceros decidió reforzar las medidas preventivas
La compañía Costa Cruceros trata de garantizar la máxima seguridad a huéspedes y tripulación del buque. En este sentido, decidió reforzar las medidas para prevenir posibles contagios con el coronavirus. Considerando la alerta global que fue declarada por la Organización Mundial de la Salud.
Debido a ello, rechazó en febrero el embarque al Costa Smeralda a 47 pasajeros en Barcelona, los cuales habían aterrizado de un vuelo procedente de Hong Kong. La compañía recalcó que “Todos los miembros de la tripulación, huéspedes o visitantes que quieran embarcar deberán pasar por revisiones médicas específicas que evaluarán si podrán o no embarcar”.
Entre las medidas adoptadas por la compañía, se incluye un formulario médico que deben completar los pasajeros embarcados. Además de una revisión médica antes de embarcar, donde se realiza control de temperatura en personas que manifiestan síntomas respiratorios o febriles.
Asimismo, La Asociación Internacional de Cruceros (CLIA), prohibió a manera de prevención, el embarque a pasajeros o miembros de la tripulación que hayan estado en China en los últimos 14 días. Además modificó o anuló algunas rutas de viaje.
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