Barco, viento, mar, velas, hombre, son sinónimo de aventura. Sin lugar a dudas, el deporte de las velas, requiere de mucha destreza. Adrenalina pura, para hacer los movimientos, que permitan mantener el equilibrio de la embarcación. Saber enfrentar los vientos y las olas, para mantener un rumbo, es lo que mejor define a este deporte.

El velerismo, requiere de mucha actividad física. Es una aventura, que permite estar en contacto directo con la naturaleza. El deportivo, requiere conocimientos de navegación y elegir la mejor ruta para evitar las zonas sin viento. También precisa de improvisaciones constantes, para enfrentar los cambios continuos de las condiciones meteorológicas.

El deporte de las velas, puede practicarse en forma recreativa o competitiva. El barco a velas, es conocido como velero y las competiciones de vela, se denominan regatas. Así, las regatas a vela, pueden ser regatas de vela ligeras, generalmente en un recorrido marcado por boyas. También las regatas a vela de crucero, generalmente realizadas de puerto a puerto.

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La organización en el deporte de vela

En España, se practica el velerismo, bajo el auspicio de la real Federación Española de Vela RFEV. Esta tuvo como predecesor a la Federación de Clubes Náuticos del Cantábrico, que había sido fundada en 1900. Esta Federación nace por iniciativa del real Club de regatas de Santander, el Real Club Náutico de San Sebastián y el Real Sporting Club.

Posteriormente a estos tres clubes se suman en 1906 otros cuatro clubes para fundar la Federación Española de Clubes Náuticos. Cabe mencionar, Real Club Náutico de Barcelona, el Real Club de Regatas de Alicante, el Real Club Marítimo del Abra y el Real Club de Regatas de Cartagena.

Esta Federación Española de Clubes Náuticos, comienza a regir, como autoridad nacional, el velerismo español. Así la federación española de Clubes Náuticos, participo en 1907 en la fundación de la International Yacht Racing Union IYRU, que se convertiría en Federación Internacional de Vela

Para 1966, la Federación Española de Clubes Náutico, se transforma en la Federación Española de Vela. Luego en 1987, esta federación se convierte en la actual Real Federación Española de Vela RFEV. Sin embargo, fue recientemente en 2015, cuando el Consejo Superior de Deportes, autorizó la inscripción de la RFEV en el registro de Asociaciones deportivas.

Así también, se tiene que esta RFEV, tiene competencia en todo el territorio español. Además, está compuesta por las federaciones deportivas de ámbito autonómico. También la conforman los clubes deportivos, los deportistas, los técnicos y los jueces. De igual manera, cualquier otro colectivo que promueva o practique la modalidad de vela deportiva.

¿Quién puede practicar el velerismo?

El velerismo o deporte de las velas, es un deporte que puede ser practicado por cualquiera. Sin embargo, es recomendable estar en buen estado físico. El velerismo requiere de fuerza, agilidad y destreza del navegante. Siempre es recomendable el constante chequeo médico. Por otro lado, puede ser practicado por personas con alguna discapacidad, pues existen velas adaptadas para ello.

El velerismo fue considerado durante mucho tiempo un deporte exclusivo. A pesar de que es una que poseer una embarcación, no está al alcance de cualquiera. También, es cierto que hoy se puede practicar el velerismo en las diversas asociaciones y escuelas náuticas. Lógicamente esto conlleva a pagar por el uso de los materiales requeridos.

Es así como la mayoría de las asociaciones, tienen sus propias escuelas de velerismo. En ellos se dictan los cursos, como fuentes de ingresos de los clubes náuticos y asociaciones. Para practicar el velerismo en embarcaciones de más de seis metros, se requiere licencia deportiva autonómica. Esta licencia debe ser expedida por las federaciones Autonómicas pertenecientes a la RFEV.

Las Federaciones Autonómicas tienen la obligación de comunicar a la RFEV las inscripciones que practiquen. El plazo para esta notificación es de quince días naturales. Por otra parte, la RFEV la elaboración y permanente actualización del censo de licencias deportivas. Este censo que deberá estar a disposición de todas las Federaciones Autonómicas.

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Lo que se necesita para practicar el deporte de vela

Indudablemente que se necesita el barco. Sin embargo, no es necesario ser propietario de un velero. Hoy es posible alquilarlos, bien sea a particulares o en los clubes náuticos y asociaciones. La vela deportiva es un deporte en el que los entrenamientos son una parte fundamental y necesaria.

Estos entrenamientos se centran en mejorar la fuerza de base y en la prevención de lesiones. Ejercicios cardiovasculares, entrenamientos de fuerza, son los comúnmente realizados. Estos entrenamientos pueden ser realizados en tierra o en el agua. Además de esto, se requieren diferentes equipos y materiales.

Es Indispensable contar con un traje de neopreno, que ayuda a mantener la temperatura corporal. También se requiere de un abrigo impermeable y que permita la transpiración. Así como también, ropa interior, guantes, Chaleco flotador, gorras, gafas, protectores solares y protectores labiales.

Algunos otros de los elementos utilizados son el arnés, que proporciona un soporte rígido y acolchado, que abarque los hombros y glúteos. Y con correas de apoyo para las piernas. Igualmente se requieren de zapatos especiales para navegar.

Tipos de barcos a vela

La historia de los barcos de vela se remonta a la civilización egipcia, hace más de 5.000 años. Fueron usados para navegar por el río Nilo y el mar Mediterráneo. Durante mucho tiempo constituyeron el principal medio de transporte, para grandes distancias. También fueron utilizados como medios de combate y conquista de nuevos territorios.

Todos los barcos de vela tienen un casco una la quilla, aparejo, un mástil, las velas y una orza. Sin embargo, hay diferentes tipos de barcos a vela, precisamente por diferencias en los componentes. La longitud del casco se denomina eslora y el ancho se conoce como manga. Y como puntal se conoce la altura del barco, desde la cubierta, hasta la cara interior de la quilla.

Así, se tiene que los barcos a vela han recibido diferentes denominaciones según el uso y tamaño. Entre estos se mencionan la Carabela, la Galera, el Galeón, la Goleta, la Corbeta y la Fragata. Actualmente y en función a los adelantos tecnológicos reciben otras calificaciones.

Actualmente según el tamaño, se clasifican en veleros ligeros, y los veleros de crucero. Otras clasificaciones toman en cuenta el tipo de casco, bien sea mono casco, dos cascos conocidos como Catamarán o tres cascos conocidos como trimarán. En cada uno, el tamaño, el material de construcción y el aparejo, hacen diferencias.

El tipo de apéndice sumergido, denominadas quillas y orzas, son las que proporcionan la estabilidad al barco. Las quillas son fijas y varían en su tamaño, bien sea en longitud o en profundidad. Las orzas son retractiles y evitan el desplazamiento lateral del barco, por efecto del viento. También se clasifican los barcos a vela, por la configuración del aparejo. Aquí entran el número de palos, y el número y forma de las velas.

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